Además de las dificultades físicas y psicológicas que encuentra el niño, los trastornos del SES (dislexia, dispraxia, discalculia, etc.) también afectan a los padres. Rápidamente tienen que desprenderse del niño perfecto, fantaseado por la mayoría de ellos: seguir el proceso inmutable de la transformación, saber poner en palabras su sufrimiento, para aceptar y apoyar mejor al niño DYS y ayudarle a florecer.
Una discapacidad invisible que también afecta a los padres
Descritos como minusvalías invisibles, los trastornos DYS se refieren a trastornos cognitivos específicos: dislexia, dispraxia, disfasia, discalculia, disortografía, así como trastornos por déficit de atención, con o sin hiperactividad(TDAH).
Afectan sistemáticamente a funciones cerebrales atípicas y pueden tener efectos duraderos en la memoria, la motricidad, el lenguaje, la atención, las funciones ejecutivas (organización, planificación, etc.) y las funciones visoespaciales (posiciones, movimientos y relaciones de los objetos, etc.). Estas dificultades de aprendizaje ponen obstáculos a su desarrollo personal, académico y profesional.
Mientras que los profesionales(logopedas, psicólogos, terapeutas ocupacionales, grafoterapeutas, etc.) se centran naturalmente en el niño, para ayudarle a encontrar estrategias que compensen estas dificultades, el coaching de padres puede apoyar a los progenitores, cuyo papel es esencial para el desarrollo y la educación del niño…
La inevitable curva del duelo, hacia la aceptación
Durante el embarazo, pocos padres escapan al fenómeno psicológico de desear el hijo perfecto. Ante los síntomas de los trastornos del SES, siguen inevitablemente la curva del duelo, pero deben llegar al final de este proceso inmutable de transformación para aceptar la situación y seguir adelante.
La curva del duelo sigue distintas etapas que debes tomarte el tiempo de recorrer:
- Negación: puedes ver las diferencias, pero te niegas a verlas, dividido entre la incomprensión y la negación total. Emocionalmente implicados con el niño, las personas que les rodean no ayudan a disipar las dudas… ;
- Ira : la culpa de los padres que se sienten responsables de estas dificultades, mezclada con una ira inconsciente pero real hacia el niño. Sigues negándote a aceptar la situación y te sientes impotente;
- Miedo : los padres se preocupan por el futuro de sus hijos. ¿Está irremediablemente comprometido? ¿Serán capaces de ayudarles a tener éxito en la escuela a pesar de todo?
- Tristeza : la diferencia de tu hijo está integrada, pero no te lo tomas bien. Te sientes solo, incomprendido, con una poderosa sensación de injusticia, incluso cuando intentas darle sentido a todo;
- Aceptación : resignado, aceptas la situación. Tu hijo es diferente, aunque aún no hayas entrado en acción;
- Reorganización : una vez aceptada la nueva imagen de tu hijo, te pones en contacto con profesionales para ayudarle y construir su futuro;
- Integración : adaptada a su trastorno DYS, eliges crecer junto a él, sintiéndote orgullosa de este niño, ¡tan imperfectamente perfecto!
Si hay que vivir cada etapa de la curva del duelo para pasar a la siguiente, cuanto antes acepte la situación, antes podrá ayudar a su hijo a salir adelante No dude en preguntar la ayuda de un coach para padresEstamos aquí para apoyarte en este imparable proceso de transformación.