Contrariamente a la creencia popular, un niño con Alto Potencial Intelectual (HPI) puede acabar fracasando en la escuela: de hecho, más de una cuarta parte de ellos no pasan de curso. Víctimas de la sincronía entre su desarrollo emocional e intelectual, tienen dificultades para encajar en el molde educativo y pueden necesitar clases de apoyo…
La sincronía DYS de HPI
Hoy en día, el 2,5% de los escolares entre la escuela infantil y el final de la secundaria tienen un Coeficiente Intelectual (CI) superior a 130. De estas 300.000 personas en Francia, más de una cuarta parte no llegará a hacer el bachillerato. Según los psicólogos, este fracaso escolar puede explicarse por el síndrome de déficit de atención, un desajuste en el desarrollo entre su inteligencia y su afectividad.
Revelado por Jean-Charles Terrassier en 1981, distingue dos aspectos de este trastorno del SES: la SES-sincronía interna y la SES-sincronía social. La primera conduce a un grado de torpeza, similar a la dispraxia, y refleja inmadurez emocional ante las limitaciones de la vida cotidiana. La segunda se refiere al desfase entre los niños HPI y las expectativas de la escuela, lo que les lleva a adoptar las características del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) para combatir el aburrimiento.
Precocidad, mala adaptación a la escuela
Tradicionalmente, los niños HPI son a la vez perfeccionistas y lúcidos sobre el alcance de sus conocimientos. Pero cuando un adulto, consciente de sus puntos fuertes y débiles, los utiliza como baza para ayudarles a triunfar, los niños precoces contemplan la posibilidad del fracaso, lo que da lugar a una ansiedad paralizante durante los exámenes.
Con su pensamiento rápido, intuitivo y abundante, los niños HPI no ven el sentido de los métodos de memorización y reflexión que se enseñan en la escuela en clases reducidas. Como resultado, cuando en la escuela se les pide que encuentren la respuesta correcta y expliquen su planteamiento, les resulta difícil.
Por último, están los niños con IPH que intentan desesperadamente encajar en el molde educativo, equiparándose a los demás: el efecto “pigmalión negativo” consiste en ignorar sus conocimientos y parecer un alumno mediocre…
Un curso de apoyo a la IPH
Si fracasan en la escuela, los niños HPI pueden necesitar clases de apoyo, pero esta ayuda no debe construirse de la forma tradicional: si reproduce el marco escolar, sólo provocará un rechazo aún más intenso de la escuela.
Para que su hijo precoz tenga una escolarización lo más normal posible, le aconsejamos encarecidamente que le busque un apoyo especializado cursos de apoyo, que en realidad no se aplican al contenido del aprendizaje impartido, sino más bien a organización, gestión del trabajo y adquisición de métodos.
Y lo que es mejor, con apoyo escolar, pueden aprender cómo funciona su cerebro, comprender sus puntos fuertes y débiles y desarrollar su confianza en sí mismos y su capacidad para triunfar.
En la plataforma Ora-Visio, contamos con profesionales especializados en trastornos DYS y niños de Alto Potencial: no dude en ponerse en contacto con ellos para hablar de las soluciones que puede poner en marcha para ayudar a su hijo. Una propuesta interesante, fuera del sistema escolar, y por lo tanto apropiada para combatir la aprehensión de los niños HPI.
