La hipnoterapia puede ayudar a los niños con trastornos del TES, ya se trate de gestionar las emociones, memorizar, la fobia escolar o la autoestima. Más allá de la reticencia inherente a la disciplina, los padres tienen un papel que desempeñar en el fomento del vínculo terapéutico, pero esto presupone establecer con ellos un marco muy preciso antes de la primera sesión. Explicaciones.
Desmitificar la hipnosis
Sea cual sea la naturaleza del trastorno (dislexia, discalculia, dispraxia, etc.), la hipnosis puede tratar las consecuencias para el niño, es decir, la falta de autoestima y de confianza en sí mismo. También puede influir en la agitación, el estrés y la falta de atención inducidos por el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad).
Contrariamente a la creencia popular, la hipnosis no puede utilizarse para controlar a los pacientes y obligarles a hacer cosas que no quieren. Esta disciplina te ayuda a comprender mejor tus sensaciones y emociones.
Al igual que las personas más inventivas y con mayor capacidad de concentración son más capaces de entrar en estado de hipnosis, los niños, con su gran imaginación, se dejan guiar fácilmente hacia soluciones que les ayudarán a sentirse mejor. Pero la eficacia de la sesión depende de la voluntad de los participantes.
Los padres, aliados en el tratamiento de los niños con TGD
Cuando un niño con TGD es llevado a consulta por sus padres, el hipnoterapeuta se toma el tiempo necesario para preguntarles sobre su percepción de la disciplina: ¿tienen algún miedo o preocupación? El objetivo es explicarles la hipnosis y disipar sus temores de que su hijo pueda ser manipulado.
Una vez disipadas las ideas preconcebidas sobre la hipnosis en los niños, es necesario aclarar el papel de los padres en el enfoque terapéutico. El profesional recaba información valiosa de ellos: su entorno, sus actividades favoritas, sus intereses, su comportamiento… datos esenciales para conocer mejor al paciente y fomentar la confianza entre ambos.
Antes de la primera sesión, el hipnoterapeuta preguntará al niño por sus expectativas, que pueden no coincidir con las de los padres. De hecho, a veces un niño con DYS expresa una dificultad que no es la que destacan sus padres, y viceversa.
Participación de los padres en las sesiones
Si el niño está de acuerdo, los padres pueden participar en la primera sesión de hipnosis. Sin embargo, dado que su presencia aumenta la probabilidad de que aparezca ansiedad por el rendimiento, lo que podría poner en peligro el éxito de la sesión, es preferible no seguir este camino. De hecho, por encima de los 5 años, la experiencia hipnótica suele llevarse a cabo sin la presencia de los padres.
No dude en ponerse en contacto con los hipnoterapeutas de la plataforma Ora-Visio especializados en trastornos DYS, sabrán escuchar tus dudas para ayudarte a superarlas y acompañar eficazmente a tu hijo.