La disgrafía es un problema de aprendizaje que afecta a la
escritura
y su disposición. El resultado es una escritura lenta o ilegible, que requiere un gran esfuerzo por parte del niño. La evaluación y el diagnóstico se basan en una herramienta desarrollada por el neuropsiquiatra Julián de Ajuriaguerra: la escala E, que se basa en 30 características gráficas infantiles vinculadas al estadio de desarrollo grafomotor del niño. Presentación de la herramienta de referencia para los grafoterapeutas de hoy.
Las 5 disgrafías del neuropsiquiatra Ajuriaguerra
Nacido el 7 de enero de 1911 en Bilbao, Julián de Ajuriaguerra estudió medicina en París, y más concretamente psiquiatría. Tras conocer al psicoanalista René Diatkine, se centró en los trastornos psicomotores y del lenguaje.
Su creciente interés por el desarrollo infantil le llevó a clasificar la disgrafía en 5 grupos distintos:
- El niño “blando”, con sus trazos pequeños y redondeados, imprecisos e irregulares, sobre líneas de escritura onduladas y páginas descuidadas;
- El niño “impulsivo”, con movimientos incontrolados y escritura rápida y entrecortada;
- El niño “torpe”, con sus letras mal proporcionadas, su trazo de mala calidad, sus numerosos retoques y soldaduras;
- El niño “tieso“, con su trazo regular pero anguloso, sus fuertes apoyos que rasgan el papel, su escritura tensa ;
- El niño “lento y preciso“, con su ritmo lento de escritura y sus bellos trazos.
La escala E., la herramienta de referencia para la evaluación y el diagnóstico
En 1964, Julian de Ajuriaguerra y Hélène de Gobineau desarrollaron una escala infantil (escala E.) para ayudar a los especialistas a diagnosticar la disgrafía en niños de 6 a 12 años. Esta herramienta reúne treinta criterios, características de las formas y habilidades motrices en función de la etapa de desarrollo grafomotor del niño.
Por ejemplo, los elementos de forma de la escala E incluyen :
- Falta de movimiento: la escritura cursiva no es fluida;
- Escritura grande: es decir, cuando al menos la mitad de las letras superan los 3,5 mm en la zona media;
- La barra T escolar, situada en el tercio superior de la letra ;
- Puntos de soldadura: dificultad para unir dos letras.
Los ítems de la escala E para las características de las habilidades motoras incluyen :
- Temblores ;
- Líneas discontinuas, que implican un cambio brusco de dirección;
- Líneas fluctuantes y ondulantes;
- Letras que han sido alteradas, pero no por razones ortográficas;
- Todo sucio.
Para cada ítem, el grafoterapeuta asigna una puntuación entre 0 y 1, en función de la frecuencia con la que aparece en la escritura del niño. La puntuación obtenida, ponderada por un coeficiente definido por Julián Ajuriguerra, es suficiente para diagnosticar si el niño tiene o no disgrafía.
Si sospecha que su hijo padece este trastorno, póngase en contacto con un
grafoterapeuta
de la plataforma Ora Visio para realizar un diagnóstico lo antes posible. Si la disgrafía no puede curarse, un profesional puede ayudar a su hijo a encontrar estrategias compensatorias que le permitan aprender a convivir con esta disfunción.