Uno de los trastornos DYS ,
la discalculia
afecta a la comprensión de los números y la aritmética. Casi tan frecuente como la dislexia, se cree que afecta a entre el 3% y el 6% de los alumnos, y sus síntomas pueden observarse ya en la guardería. Duradero y permanente, se presenta en varias formas, dirigidas a dificultades matemáticas muy específicas.
La heterogeneidad de los perfiles discálculos
Los niños discálculos utilizan estrategias primitivas y el conteo con los dedos con más frecuencia y durante más tiempo. Para realizar un cálculo sencillo, como sumar 3 y 5, contarán desde 1 en lugar de empezar en 3 y sumar 4, 5, 6, 7 y 8, como hacen los niños sin este trastorno. Más adelante, los discapacitados utilizarán su memoria, mientras que los discapacitados utilizarán siempre la misma técnica. No aprenderán al mismo ritmo que sus compañeros…
Pero aunque la discalculia afecta sistemáticamente al cálculo, se manifiesta en diversos grados y adopta formas muy variadas, que los investigadores y los clínicos han intentado clasificar, sin conseguir sin embargo elaborar una tipología clara.
La clasificación D. C. Geary
David C. Geary, psicólogo estadounidense especializado en desarrollo cognitivo y evolución, se interesa por el aprendizaje de las matemáticas y las diferencias de género. Propuso tres subtipos de discalculia:
- Discalculia procedimental: los niños recurren a procedimientos de recuento inmaduros y comprenden poco los conceptos utilizados;
- La discalculia se caracteriza por la dificultad para recordar operaciones aritméticas: los niños tienen dificultades para recordar tablas y recordar los resultados de sumas y restas sencillas;
- Discalculia de naturaleza visuoespacial: los niños cometen errores al alinear los números en columnas y se confunden en el uso de los signos aritméticos.
La clasificación de Michael Von Aster
El psiquiatra infantil y psicoterapeuta alemán Michael Van Aster prefiere una clasificación basada en los tres formatos de la información digital (el triple código de Dehaene):
- Discalculia verbal: el niño tiene dificultades para contar, memorizar y calcular.
- Discalculia en la lectura y escritura de números arábigos : el niño tiene dificultades con los propios números, tanto en la escritura como en la lectura.
- Discalculia del sentido numérico: el niño no comprende el concepto de número.
¿Cómo puedo ayudar a un niño con discalculia?
Sea cual sea su forma o grado, la discalculia debe diagnosticarse lo antes posible. Aunque el trastorno sea duradero y permanente, cuanto antes se identifique, antes podrá el niño desarrollar formas de compensarlo, para paliar sus consecuencias.
Una vez que el logopeda ha hecho un diagnóstico, varios profesionales, como un terapeuta ocupacional o un psicólogo, pueden coordinar sus intervenciones para ayudar al niño discalculico. Como padres, ustedes también pueden desempeñar un papel decisivo, estimulando a su hijo a diario, en un entorno atento y afectuoso.
También puedes pedir a los profesionales de apoyo escolar de la plataforma Ora-Visio, especializados en trastornos DYS, que ayuden a tu hijo con los deberes.