Tanto si son precoces como si tienen un gran potencial, los niños no experimentan su escolarización de la misma manera: algunos pueden superarla sin encontrar dificultades, mientras que otros experimentarán un curso más caótico, o incluso fracasos repetidos. Cuando se trata de escribir a mano, la mitad sufre disgrafía… Explicaciones y soluciones.
¿Cuál es la relación de un niño precoz con la escritura?
Un niño intelectualmente precoz (PI) o de alto potencial se define por un desarrollo intelectual superior al de los niños de su misma edad. Rechazados e incomprendidos por sus compañeros, prefieren rodearse de personas mayores y realizar actividades difíciles para estimularse.
En la mayoría de los casos, los PEI sufren dificultades o incluso retrasos en la escritura: el 50% de ellos padece disgrafía, un problema de aprendizaje que afecta a la caligrafía y su trazado. Más allá de las consideraciones técnicas (dolor, lentitud o ilegibilidad de la palabra escrita), también hay que tener en cuenta una dimensión psicológica: como el cerebro de un EIP está sistemáticamente activo, lo comprende todo muy rápidamente, sintiendo una verdadera frustración cuando nota que su mano no sigue el mismo ritmo.
¿Por qué consultar a un grafoterapeuta?
La escritura es una parte fundamental de toda escolarización, ya que permite a los niños organizar sus ideas y memorizarlas, al tiempo que mejora su motricidad fina y les ayuda a concentrarse y asimilar la información que escriben.
En primeros signos de disgrafía (fatiga muscular en los dedos, la mano o la muñeca, escritura en espejo, dificultad para reproducir las formas de las letras, escritura demasiado rápida y sin control, negativa a escribir, etc.), se recomienda encarecidamente consultar a un grafoterapeuta, realizar un diagnóstico preciso y coherente. Esta evaluación grafomotora se basa en conversaciones con el niño y sus padres (laanamnesis) y en la realización de una serie de pruebas. Los resultados orientarán al profesional sobre la forma más adecuada de rehabilitación.
¿Pueden los niños precoces padecer otros trastornos además de la disgrafía?
Aunque la precocidad puede ser la causa de la disgrafía (como la dispraxia), también puede dar lugar aotras dificultades de aprendizaje. Un niño precozmente disgráfico también puede estar ocultando involuntariamente una disortografía o una dislexia, puesto que ya tendrá dificultades para realizar una transcripción correcta.
Fuente de sufrimiento para el niño, estas dificultades de aprendizaje deben diagnosticarse correctamente lo antes posible, para poder tratar la situación de forma adecuada y personalizada, sin dramatizar en exceso este tipo de patología. Un niño precoz puede simplemente haber desarrollado malos hábitos a la hora de dibujar: la reeducación puede entonces tratar el problema rápidamente. En su defecto, la escuela tendrá que proporcionar estrategias compensatorias para aliviar la carga diaria y ayudar al niño a continuar sus estudios, evitando así nuevos retrasos.
No dude en concertar una cita con un terapeuta gráfico en la plataforma Ora-Visio : especializado en trastornos del DSJÉl o ella podrá aconsejarle sobre qué hacer para que la precocidad de su hijo sea una verdadera ventaja, en lugar de una fuente de problemas en la escuela, sobre todo por parte de otros alumnos.