Trastorno de oposición desafiante (TOD) y TDAH

Trastorno de oposición desafiante (TOD) y TDAH

Revelado en la edad preescolar y antes de la adolescencia, el Trastorno Negativista Desafiante (TOD ) induce en los niños respuestas conductuales específicas que suelen ser desproporcionadas. Clasificada de leve a grave en función del número de contextos en los que se expresa, rara vez es aislada y se asocia a otra patología o trastorno, como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad).

¿Qué es el trastorno negativista desafiante (TOD)?

Los niños con TOD muestran un patrón de comportamiento provocador, iracundo y resentido que es persistente y frecuente. En concreto, puede adoptar la forma de oposición activa (negativa categórica, sin preocuparse por no respetar las peticiones o solicitudes), oposición pasiva (acuerdo aparente, aunque acaben desoyendo voluntariamente la solicitud) y oposición agresiva pasiva (acuerdo aparente, pero su comportamiento demuestra lo contrario).

Sea cual sea la forma que adopte TOP, la oposición es espontánea e impulsiva, mientras que el comportamiento provocador es calculado.

Las claves del diagnóstico, la frecuencia y la persistencia

En la etapa preescolar y antes de la adolescencia, los niños experimentan periodos de oposición como parte de su desarrollo normal. Durante la infancia, estos periodos les permiten desarrollarse como individuos, pero terminan alrededor de los 5 años. En la adolescencia, afirman su posición como individuos pensantes, con opiniones y puntos de vista propios.

Para distinguir estas oposiciones clásicas (y necesarias) de las de un TOP, la frecuencia y la persistencia desempeñan un papel clave Los criterios diagnósticos establecen que estos comportamientos deben producirse, durante al menos 6 meses, a diario antes de los 5 años, y al menos una vez a la semana después de esa edad.

Al mismo tiempo, el diagnóstico debe estar respaldado por un conjunto de comportamientos y estados de ánimo específicos que tengan un impacto significativo en el individuo o en quienes le rodean, ya sea en el ámbito familiar, social, escolar o laboral.

Casi uno de cada dos niños con TDAH padece también un TOD

Raramente aislado, en el 40% al 50% de los casos el TOD se asocia al TDAH. En otras palabras, casi uno de cada dos niños con TDAH padece también TOD. Los síntomas del TDAH varían enormemente de un niño a otro: puede predominar uno de los síntomas -la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad- o incluso estar ausente por completo, lo que a veces dificulta el diagnóstico. Pero un niño con TDAH por impulsividad puede reaccionar de forma exagerada en determinados contextos, lo que acerca estos síntomas a un posible TOD.

Sin embargo, es importante entender la diferencia entre estos dos trastornos : los niños con TDAH sufren una disfunción y no responden adecuadamente a la situación. Impulsados por su naturaleza impulsiva, actúan sin considerar las consecuencias de sus palabras o acciones. Pero a diferencia de los niños con TOD, que niegan su responsabilidad y culpan a los demás, los niños con TDAH se arrepienten y aceptan las consecuencias.

 

En caso de TOD y/o TDAH, se recomienda enc arecidamente consultar a un
psicólogo
para que le ayude con estos comportamientos. Como padre, este profesional también puede ayudarte a comprenderlos mejor y a ayudar a tu hijo en el día a día.

2023-11-06T08:01:29+00:006 noviembre 2023|Psicología|
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